Can Salvà es una masía situada en un entorno rural rodeada de campos de cultivo. En sus alrededores podréis disfrutar de una riera con vistas al Montseny y las Guilleries.
Junto a la casa tenemos un anillo verde rodeando el río Onyar desde donde se puede ir a caminar o pasear en bicicleta.
La casa está situada a 800 metros de la población de Vilobí d’Onyar perfecto para visitar dando una agradable paseo o ir a comprar el pan a primera hora de la mañana.
Can Salvà es la casa perfecta para encuentros o vacaciones familiares o con amigos, la casa está totalmente vallada y totalmente adaptada a vuestras necesidades.
En el interior encontraréis 5 habitaciones (12-15 camas) 3 baños. Dos de las habitaciones y 1 baño se encuentran en la planta baja y son ideales para personas mayores.
El comedor cuenta con una gran mesa donde cabéis todos sentados, y una sala con sofás y chimenea.
La cocina, que está totalmente equipada con utensilios y electrodomésticos, tiene acceso directo al jardín, donde podréis disfrutar de un porche cubierto preparado para poder comer o cenar en el exterior los días que haga buen tiempo.
El exterior os espera un jardín con césped natural, porterías de fútbol, columpios, mesa de ping-pong, cama elástica y hamacas en los árboles.
En un lateral de la casa tenemos la barbacoa para que podáis haceros una buena carne a la brasa, unos calçots o una paella con la ayuda del difusor de gas y la bombona de butano.
La piscina es privada y de agua salina, cuenta con cierre de protección para los más pequeños y tranquilidad de los padres, también encontraréis tumbonas y sombrillas para disfrutar de las vacaciones.
El pueblo guarda en su corazón una trilogía natural de incomparable belleza, siendo uno de sus mayores atractivos la visita al volcán de la Crosa. Este imponente volcán, uno de los más grandes de la península en cuanto a la dimensión de su cráter, ofrece un paisaje sobrecogedor que parece detenido en el tiempo.
Otro de los tesoros naturales del pueblo es el nacimiento del río Onyar, la pureza de sus aguas y el entorno que las rodea invitan a la contemplación y al disfrute de la tranquilidad, siendo un lugar perfecto para aquellos que buscan un refugio lejos del bullicio cotidiano.
Por último, la esclusa de Borra, esta obra de ingeniería, aunque creada por el hombre, se integra armoniosamente en el paisaje, demostrando cómo la intervención humana puede coexistir con el medio ambiente de manera sostenible. Su funcionamiento estaba destinado originalmente a regular el flujo del agua para la agricultura o la navegación, se convierte hoy en día en un espectáculo digno de admiración, especialmente durante las estaciones en las que el agua fluye con mayor vigor.
Este trío de atractivos naturales, formado por el volcán de la Crosa, el nacimiento del río Onyar y la esclusa de Borra, ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable que combina la aventura, la calma y la belleza en su máxima expresión. Cada uno, con su singularidad, invita a explorar, aprender y, sobre todo, a conectar con la naturaleza de un modo profundo y respetuoso.
